Bautismo del Señor 2024

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Quello Lo que el mesías quiere hacer, lo que el Hijo de Dios quiere realizar es: sumergirse en esta humanidad. El juicio de la gente será terrible contra este Dios que se sumerge sin miedo a dejarse contaminar. Inmerso en las casas de los pecadores, en los días explotados de las prostitutas.

Un Dios que no se detiene ante publicanos, los traidores y los asesinos.

Un Dios que se sumerge para decirnos que sin esta entrada total y amorosa en la vida del hermano nuestra acción estará condenada al fracaso.

Un Dios que se sumerge con este estilo en la escoria de la humanidad atraerá las condenas de los jueces intachables de la moralidad de los demás.

¿No se da cuenta de que le están utilizando? ¿Es que ni siquiera se da cuenta de que los que están con él son pecadores? ¿De qué le sirve parecerse a ellos? Ni siquiera puede distinguir quién está con él y quién está contra él ¿cómo puede pretender ser el Mesías?

Probablemente los mismos pensamientos también pasaron por la mente del Bautista. Y quizás si al menos vio los cielos abiertos o si sólo Jesús escuchó la voz del Padre decir: Yo te amo asi. Eres la verdad de mi rostro, en ti el cielo por fin puede abrirse para revelar el rostro más profundo del amor.

Jesús elige amar hasta perderse en el misterio del hombre. Seguro que siempre habrá un cielo listo a abrirse para decir: te amo así. Hijo mío. Tú eres el rostro de mi Deseo.

Padre Alessandro Deho'alessandrodeho.com


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