En memoria de Tecla 2025

Carta de la superiora general Hna. Anna Caiazza

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Roma, 5 de febrero de 2025

Queridas hermanas y jóvenes en formación:

Comienzo esta página dedicada a Maestra Tecla, en el 61° aniversario de su muerte, con las palabras dirigidas por el Papa Francisco a los participantes en el Jubileo de la comunicación, el pasado 25 de enero:

… cuenten también historias de esperanza, historias que alimenten la vida. Que tu storytelling sea también hopetelling. (…)Contar la esperanza significa ver las migajas del bien escondidas incluso cuando todo parece perdido, significa permitirnos esperar incluso contra toda esperanza. Significa notar los brotes que aparecen cuando la tierra aún está cubierta de cenizas. Contar la esperanza significa tener una mirada que transforma las cosas, las hace convertirse en lo que podrían ser, en lo que deberían ser. Significa hacer que las cosas caminen hacia su destino. Éste es el poder de las historias. Y eso es lo que les animo a hacer: contar la esperanza, compartirla… Esta es – como diría san Pablo – su “buena batalla”.

Contar la esperanza, ante todo con la vida, con el testimonio de una nueva forma de vivir. Esto es lo que hizo la Primera Maestra, por eso es “historia de esperanza” para nosotras.

Maestra Tecla sembró, en la buena tierra de la vida paulina, alegría y confianza en el futuro; nos ha ayudó a creer y a perseverar en las pruebas, a esperar pacientemente la hora de Dios, a no temer fatigas, sufrimientos y sacrificios por un propósito más “alto”.

Nos enseñó que la esperanza no es saber si todo irá bien o mal sino la certeza de que lo que sucede tiene un sentido, y por eso hay que vivir y dar testimonio de la esperanza incluso en la oscuridad del sinsentido

Nos ha animado a ser compañeras de camino con los hombres y mujeres de nuestro tiempo, enraizados en el presente que cambia continuamente y aceptando, por tanto, el reto de estar a la altura de los tiempos, en búsqueda contemplativa de los nuevos caminos que el Espíritu abre al anuncio de la Buena Noticia, abiertos al futuro de Dios, hacia la concreción de lo que de momento parece imposible, porque por nosotras nada podemos; con Él, todo.

Aquí, confiemos en Dios, nuestra esperanza está toda en él, busquemos sólo a Dios. Seamos inteligentes, la santidad está toda allí: busquemos sólo a Dios. Cuando nuestro corazón y nuestra alma están llenos de Dios y trabajamos sólo para él, ¿qué más podemos desear? (CSAS 109,11)

La Prima Maestra, peregrina de la esperanza, compartió el sueño de dar a todos, a través de las diversas formas de nuestro apostolado, “razones para esperar”, con dulzura y respeto (cf. 1Pe3,16), es decir, con esa mansedumbre que es fruto del Espíritu, tejiendo relaciones y promoviendo la comunión, ante todo entre nosotras. Por esto nos reconocerán…

Siguiendo su ejemplo y custodiadas por ella, renovemos nuestro compromiso de comunicar, juntas, la belleza de la fe, la audacia de la esperanza, los matices de la caridad en los lenguajes y modos de comunicación más adecuados para hablar al corazón del hombre y de la mujer de hoy.

Maestra Tecla, continúa protegiendo, acompañando y bendiciendo a todos nosotras, a los miembros de la Familia Paulina, a la humanidad herida de nuestros días.

Con afecto, en comunión de esperanza.

Hna. Anna Caiazza
Superiora general


Allegati