
Mientras tanto Judas no deja de entregar, pero no por dinero. Quizás por obediencia, quizás por desesperación, quizás por amor, quizás. Judas se entrega a la ambigüedad, el corazón del hombre permanece oscuro. Y así será para siempre. Primero hay instrucciones y códigos, el juego oculto de ser discípulo es misterioso: potros que desatar, mantos… Leer más »









