Carta San Pablo apóstol 2017

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Roma, 29 de junio de 2017
Apertura del Centenario de los Cooperadores Paulinos

 

A todas las hermanas

Queridas hermanas:

La solemnidad de los santos Pedro y Pablo, este año, asume para nosotras un significado especial porque celebramos el centenario de la presencia en la Iglesia de los Cooperadores Paulinos. El 29 de junio de 1917, de hecho, con el consentimiento del obispo de Alba, Mons. Francesco Re, se estableció La Unione Cooperatori della Buona Stampa y el 29 de septiembre de 1918, con la aprobación del Estatuto, tal Unión, nacía en forma oficial y canónica. El 24 de octubre del mismo año, don Alberione había bendecido y colocado ante el Santísimo 10.000 ejemplares del primer número del Boletín Unione Cooperatori Buena Stampa. El 31 de diciembre de 1921, el Fundador escribía al obispo de Alba:

Los Cooperadores y las Cooperadoras superan los 500 miembros y entre ellos hay algunos que tienen mucho celo… Entre ellos algunos han ofrecido sus vidas por el desarrollo de la Pía Sociedad San Pablo, y literalmente se quitan el pan de la boca por la buena prensa.

En 1925, los Cooperadores eran ya 15.000. Las crónicas de la época nos recuerdan que los laicos eran considerados una componente indispensable para la realización de la misión paulina. Don Alberione los consideraba miembros de la familia. A ellos les comunicaba los progresos y dificultades de la “Casa”, involucrándolos en el ideal apostólico y espiritual. A menudo han sido ellos quienes han abierto el camino a las fundaciones, han escrito artículos en la prensa local, han promovido la pastoral vocacional y se han encargado de los depósitos de libros en las parroquias… Ya en 1926, el Fundador expresaba con pena porque no se prestaba bastante atención a la familia de los Cooperadores. En un tiempo más cercano a nosotros, en 1958, nos exhortaba:

¿No les parece que tenemos necesidad de dejar continuadoras y continuadores de nuestro apostolado?… Ustedes trabajan hasta demasiado individualmente. ¡Desearía que trabajasen un poco más en suscitar apóstoles…! ¡Desearía que se orase mucho por esta intención: no solo ser apóstoles, sino de formar apóstoles! (FSP58 p. 289).

«Formar apóstoles». en el espíritu del apóstol Pablo, que constituya una red de colaboradores para que el anuncio del Evangelio pueda ir más allá de todas las fronteras.

«Formar apóstoles»… para que la Palabra divina sea multiplicada por la prensa, aparezca en las pantallas televisivas y cinematográficas, resuene a través de la radio, valorice las extraordinarias potencialidades de las arterias informáticas, resuene en la redes sociales, esté al centro de los eventos culturales…y de comunión, cada vez más en una amplia colaboración y valorización de los diversos carismas, en el respeto de las diferencias y dones que el Señor concede a su Iglesia.

Augurios cordiales y mucha gratitud por cada uno de nuestros Cooperadores y colaboradores, participantes de la gracia que nos ha sido dada de anunciar la alegría de la salvación, de ser como marcados a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, sanar y liberar (cfr. EG 273). San Pablo obtenga a todas y a todos su corazón ardiente para secundar el viento del Espíritu y «despertar al mundo con la luz del Evangelio».

Con afecto y gratitud.

sor Anna Maria Parenzan
Superiora general


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