3do domingo de Cuaresma 2021

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Destruyan este templo
Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar». Los judíos le dijeron: « Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». Pero él se refería al templo de su cuerpo… Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.

El templo es el lugar de encuentro entre Dios y el hombre. Un lugar sagrado que desde siempre ha representado para Israel la certeza de la presencia viva de Dios en medio de su pueblo. Jesús se presenta como el nuevo y verdadero templo. Desde la encarnación, su persona humano-divina se convierte en el lugar donde el hombre y Dios se abrazan. En el don del Espíritu Santo, a partir de la Pascua, habita en cada bautizado, como en un templo.
La escena que tiene lugar en el templo de Jerusalén, orgullo de Israel, no anuncia destrucción, sino el comienzo de tiempos nuevos, donde Dios es todo en todos.

  Tú en nosotros, nosotros en ti
Jesús, te adoro en la eucaristía,
presencia real del Dios conmigo.
Jesús, me inclino ante la persona
de mi hermano, de mi hermana,
porque son tu casa.
Jesús santo, te bendigo,
porque me has elegido como tu casa.
Que yo pueda honrar
tu presencia en mí,
tu presencia en el otro,
para habitar, eternamente
en tu casa.
Amén.

Tomado del libro Il Vangelo si fa strada de Roberta Vinerba, Paulinas 2019.


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