Es lindo ver que nuestra misión no se limita a un lugar o a una clase social en particular, sino que dondequiera que esté el pueblo de Dios, el apostolado paulino es importante y precioso.
Decía verdaderamente , padre Alberione: «Como la gente no va a la Iglesia, es necesario que la Iglesia vaya a la gente». Estas palabras se convirtieron en la fuerza motriz y una fuente de inspiración para Hna. Janet y Hna. Vivian quienes fueron con tantos libros, Biblias y Evangelios a Kabba, Estado de Kogi, en la diócesis de Lokoja, en Nigeria.
Movidas por el deseo de alcanzar a la mayor cantidad de personas posibles, las dos paulinas después de la exposición de libros realizada en el retiro anual de los sacerdotes, decidieron extender la muestra en el mercado de Kabba.
Cuando llegaron al mercado y comenzaron a exponer los libros, atrajeron la atención de todos los lugareños. En los rostros de las personas se podía leer confusión y ansiosa espera: ¿Qué podían vender las religiosas en un mercado al aire libre? Ante esta reacción las dos misioneras se intimidaron pero, para que el Mensaje fuera comunicado, no se dieron por vencidas superando la timidez detrás de una sonrisa.
Un buen número de personas visitó el stand e hizo preguntas sobre el apostolado de las Hijas de San Pablo y el material expuesto. A todos se les ayudó en su búsqueda. También una pastora protestante visitó la muestra y adquirió la Biblia Africana.
Así escribieron desde Kabba: «Como sucede en muchos lugares, la gente nos pedía que regresáramos en los días siguientes. Fue una experiencia hermosa y gratificante».
