
La gente esperaba. Pobre gente, es realmente un juego de niños engañarse pensando que son ese algo o ese alguien capaz de llenar el vacío que todo hombre lleva dentro. Porque entonces, a fuerza de esperar, uno se contenta, se convence de que incluso el Bautista podría bastar, para detener esta tortura que nos desgasta…. Leer más »









