ITALIA
Brescia. Siguiendo el hilo de los recuerdos

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«Silencio, campanas, sirenas de las ambulancias, ruido de los helicópteros, silencio». La diócesis de Brescia propuso a las comunidades parroquiales y religiosas una “relectura sapiencial” de la experiencia vivida con motivo de los meses de lockdown como consecuencia de la pandemia, con el título Siguiendo el hilo de los recuerdos, “para abrir la mente y el corazón a los mensajes del Señor”.

Nuestra comunidad, como todas las personas en torno nuestro, se encontró de repente viviendo una situación impensable, que nos “obligó” a revisar nuestra vida cotidiana en cada ámbito, literalmente rediseñando el tiempo y el espacio a nuestro alrededor. Hemos vivido la dimensión de la desorientación, de la impotencia, de la inseguridad, de la fragilidad del límite humano, de la falta de libertad y del cierre imprevisto de la librería. Hemos percibido y casi tocado con las manos la tragedia vivida por tantos hermanos en sus casas y en los hospitales a pocos metros de nuestra casa y sucesivamente expandirse más allá de Lombardia golpeando cada pueblo. Nos hemos sentido partícipes del sufrimiento de los enfermos, del dolor de los muertos en soledad, por las columnas de camiones que transportaban personas que morían solas, por los esfuerzos de los médicos (algunos de ellos murieron y nosotras los conocíamos) y de todos aquellos que han puesto a disposición su competencia y humanidad para cuidar de la mejor manera a cada persona a ellos confiada.

La comunidad, de manera simple y verdadera, se ha como “compactada” en los que para nosotras son las raíces: la vida de oración y el servicio de las unas por las otras. Todo esto nos ha ayudado ha volver a descubrir de forma más profunda el sentido de pertenencia a una comunidad de personas consagradas, y consagradas Paulinas…El Espíritu nos pide de volver ha encontrar la capacidad de gozar de las pequeñas cosas, de lo positivo que la sociedad ha logrado hacer renacer, de la fraternidad nacida del sentido del límite, del deseo de interioridad y de oración que ha renacido en las familias.

El Espíritu nos pide ponernos en escucha de la diócesis de Brescia, a sus sufridos caminos que ha debido y deberá realizar yendo más allá del desconcierto de una renovación pastoral, no sabiendo todavía cómo y dónde. El Espíritu nos pide volver a pensar nuestro servicio apostólico para continuar siendo una presencia evangelizadora de esperanza y más incisiva. Al Espiritu como comunidad Paulina, como consagradas en esta diócesis y como creyentes en Cristo Resucitado, pedimos donarnos la capacidad de respirar, de donarnos la vida y vida resucitada.