PAKISTÁN
Una carta de la comunidad de Faisalabad

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Con el brote del coronavirus, el mundo entero cambió, repentinamente. Aquí en Pakistán la gente es pobre pero ahora es aún más pobre. En este tiempo trágico muchas personas se vuelven a Dios, pero también hay quienes  que están perdiendo su fe.

En esta dolorosa y difícil situación, nosotras Paulinas de Pakistán, hemos decidido no cerrar  el corazón, aunque tuvimos que cerrar nuestros Centros apostólicos y no visitar más parroquias y escuelas. Dios nos ha dado los medios más veloces para alcanzar a muchas personas con el Evangelio y continuar nuestro apostolado con el uso de los medios digitales. La situación en la que nos encontramos hoy en día nos encontramos, nos ha hecho pensar en nuevas formas de anuncio. Con el estímulo del Obispo Mons. Indrias Rehmat, con la ayuda de muchos sacerdotes que comparten sus reflexiones  y con el apoyo de algunos laicos, comenzamos a grabar el Evangelio y la reflexión cotidiana en lengua urdú. Este programa se ofrece  por WhatsApp. Muchas personas aprecian las hermosas y significativas meditaciones y están muy agradecidas por la posibilidad de escuchar  diariamente la Palabra de Dios en el idioma local.

El obispo también nos pidió grabar el Via Crucis y de la Misa diaria y subirla a Facebook y WhatsApp dando a quienes lo deseen la posibilidad, de participar desde sus casas. Grande es nuestra alegría por este servicio, porque mientras estamos dentro de los muros de nuestra comunidad, todavía podemos llevar la Palabra de Dios a nuestro pueblo.

Como nos dice nuestro padre San Pablo, no debemos tener miedo de nada, porque nada, puede separarnos del amor de Cristo.

Un recuerdo y una oración para todos.

La comunidad de Faisalabad.