Tras las huellas de los testigos de la fe fue el tema de la peregrinación que un grupo de jóvenes alemanes vivió en Praga junto con las Hijas de San Pablo.
El camino de fe, que comenzó en la Vieja Plaza en el centro histórico de Praga, donde se encuentra la columna mariana erigida por los ciudadanos en 1650, prosiguió hacia la Iglesia de Santa Maria de la Nieve, para venerar las reliquias de los Beatos Mártires de Praga y el convento de los Frailes franciscanos, para visitar la biblioteca histórica bajo la cual se encuentra la Librería Paulinas.
La peregrinación prosiguió hacia la Plaza Venceslao; San Venceslao mártir, es un testigo del perdón y de la caridad fraterna. Sobre el famoso Puente de Carlos se conmemora el martirio de San Juan Nepomuceno, el santo de la fidelidad a la Iglesia. No podía faltar la visita al Niño Jesús de Praga y a Santa Inés de Bohemia, una santa que siempre ha puesto a Cristo en el primer lugar. La experiencia de fe terminó con un momento de convivencia, de intercambio y de evaluación.
