Jesús nos revela al Padre en su ser Hijo
Mt 11,2-11
¿Qué cosa salieron ustedes
a ver al desierto?
La enfermedad, para los judíos era
sinónimo de maldición,
de imposibilidad de relacionarse con Dios,
de indignidad.
La elección de Jesús no es la de hacer “milagritos”,
alguna curación para hacerse famoso,
sino la revelación radical de que Dios no es solo lo que crees,
porque es infinitamente más de lo que esperas.
Jesús revela todo lo que debemos y podemos
saber sobre el Padre,
y para hacerlo actúa según un criterio nuevo, el
de la cercanía,
el del cuidado,
el de la reconciliación,
el de la relación.
Este domingo nos recuerda que cada día
necesitamos necesariamente una Palabra de vida
para nuestra existencia,
una Palabra de esperanza
en medio de nuestras ruinas.
© Monache benedettine del monastero di Sant’Anna a Bastia Umbra,
Schizzi di Vangelo, Paoline 2025

