“Es una verdadera heroína” ha dicho Antonio Guterre, Alto Comisionado ONU para los Refugiados, en el anuncio de adjudicación del premio Nansen para los refugiados a Sor Angelique Namaika, una religiosa congoleña que trabaja en el nordeste de la República Democrática del Congo en favor de las mujeres víctimas de las violencias de la guerrilla.
El Centro para la reintegración y el desarrollo de Dungu, animado por Sor Angélica ha cambiado la vida de más de 2000 mujeres y niñas que habían sido obligadas a huir. La mayor parte de las mujeres aceptadas por el Centro reportan testimonios de secuestros, de trabajos forzados, de homicidios y de violencia sexual. Según Sor Angelique gracias al premio “otras personas podrán recibir la ayuda que necesitan.
No voy a dejar de hacer todo lo que esté en mis manos para darles la esperanza y la oportunidad de vivir de nuevo”. Sor Angelique recibirá el Premio el 30 de septiembre en Ginebra. El 2 de octubre se encontrará en Roma para ser recibida por el Papa Francisco.