María Santísima Madre de Dios 2026

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Hoy aprendemos a ser
custodios de la humanidad

Lc 2,16-21

María,
por su parte,
conservaba todas estas cosas,
meditándolas en su corazón

Hoy aprendemos a ser custodios de la humanidad:
del cercano y del lejano, del refugiado y del ciudadano,
del niño en la cuna y del anciano en silla de ruedas,
del que sonríe y del que te da la espalda.
La solemnidad de la Madre de Dios
es la puerta de acceso a este año que comienza
y que será único e irrepetible.
Marca el inicio de un nuevo tiempo,
genera la oportunidad de decir “sí” a la Palabra
y nos enseña, ante todo,
a convertirnos en custodios silenciosos del misterio de la vida.

María es maestra de discipulado,
es la garantía de la realización de lo imposible,
es certeza de la realización del proyecto del Padre
en nuestra historia.
Este es el verdadero deseo para el año que comienza:
aprendamos a ser custodios,
madres de lo humano que somos y que encontramos.

© Monache benedettine del monastero di Sant’Anna a Bastia Umbra,
Schizzi di Vangelo, Paoline 2025


Allegati