Las Hijas de San Pablo, gracias a la Iglesia local, a la vasta red de colaboradores y al apoyo de los hermanos Paulinos, han podido extender la misión bíblica también a la parroquia del Santo Niño de Alumar, donde la Misa se celebra una vez al mes; mientras que la celebración de la Palabra acompaña e ilumina cada semana el corazón de los creyentes que afrontan sacrificios inmensos para encontrarse. Con el deseo de recibir una copia de la Biblia algunas madres han ido a las animaciones bíblicas, amamantando a sus niños…
En la isla de Alumar se vive una vida simple, austera, sin comodidad, sin estructuras sanitarias adecuadas y sin electricidad; pero entre esta gente no falta seguramente la profunda conciencia del inmenso tesoro de la Palabra de Dios, que para cada uno se transforma en casa, pan, agua, luz, vestido, consolación y esperanza. ¡Grande fue la alegría en Alumar, tanto para quienes han visitado la isla como mensajeros, como también para quienes han recibido la Buena Noticia!
