ITALIA
Fiesta por los 100 años de Hna. Maria Lorenzina Guidetti

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

El 21 de julio 2019, las hermanas de las comunidades de las Hijas de San Pablo de Roma, Via Antonino Pio y de los alrededores, junto a la Superiora general Hna. Anna Maria Parenzan y a la Superiora provincial Hna. Annunciata Bestetti, se reunieron en torno a Hna. Maria Lorenzina Guidetti, para festejar sus 100 años de vida. La celebración eucarística, fue presidida por P. Valdir José De Castro, Superior general de la Sociedad San Pablo.

Hna. Maria Lorenzina, ha llegado a esta importante meta manteniendo intacta su persona, la vivacidad de pensamiento, el interés por los demás, la apertura a la amistad, el ingenio y la espontaneidad en el comunicar lo que vibra en su corazón. Todo esto brota y es continuamente alimentado por la oración cotidiana, que en el tiempo se ha convertido en una relación siempre más íntima y profunda con Jesús, su único Señor.

En los largos años transcurridos en la Congregación, donde ha llegado a la joven edad de 12 años, ha desarrollado varios servicios apostólicos en Italia y en extranjero. Recordamos en particular la dirección de Così, una revista semanal para las jóvenes, nacida en Roma en 1955 por expreso deseo del Fundador, el beato Santiago Alberione.

Su corazón, se convirtió en universal en los años transcurridos en Francia, India, Filipinas, Estados Unidos, Inglaterra, Australia, donando todo su ser con gratuidad para comunicar con alegría a todos el amor del Padre. Incluso en estos últimos años, ha continuado compartiendo con entusiasmo, sobre todo con las jóvenes generaciones, la belleza de la vocación, su relación libre y filial con Hna. Tecla Merlo, cofundadora de las Hijas de San Pablo, su corazón misionero, irradiando siempre positividad y apertura al futuro.

La Superiora Provincial, le expresó la gratitud de todas las hermanas de la Provincia y de la Congregación con palabras llenas de afecto: «Gracias, hna. Lorenzina, porque sigues siendo para nosotras un regalo, un don. Gracias porque nos estás enseñando el valor del desapego y el amor puro, que es esencialmente oración, ofrecimiento, sonrisa, acogida humilde de lo que la vida nos ofrece. Gracias porque eres simplemente Paulina: eres un corazón que arde para que lo bueno, lo bello, el bien se difunda en el mundo y crezca la confianza en el Padre Celestial Celeste, la civilización del amor y la cultura del encuentro. ¡Gracias al Señor porque estás! Siéntete abrazada por todas nosotras».