Todavía son demasiadas las esposas niñas en todo el mundo. Se habla de 15 millones de niñas que se casan- o más bien se ven obligadas a casarse – antes de los 18 años. Pero el número exacto no se conoce, porque muchas uniones no están registradas, afortunatamente, cada vez más países han adoptado leyes para poner límites a los matrimonios precoces, que involucran a las menores. Una vez casadas, las niñas deben dejar la escuela y muy pronto se convierten en madres muy jóvenes que han arriesgado su salud y la de los niños que están llevando en su vientre.
Gracias a las acciones de los diversos grupos y asociaciones no governativas y asociaciones de base, como por ejemplo Girls not brides, de la cual hace parte también la organización no governativa Terre des Hommes que se ocupa de proteger a los niños, el fenómeno de los matrimonios precoces está cada vez más bajo los reflectores de la opinión pública y de las instituciones, como violación de los derechos humanos.