Epifanía del Señor 2018

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La oración ritmo de la vida

Hemos llegado a los últimos días del tiempo de Navidad y la liturgia de la Epifanía, casi cerrando el camino iniciado en nuestras reflexiones de Adviento, recordándonos la adoración de los Reyes Magos nos dice cuál es el elemento sobre el que se funda toda vida espiritual: la oración o mejor dicho la adoración, es decir, entrar en una relación con Dios reconociendo quiénes somos y quién es Él.

En esta época, en la que todo está marcado por la velocidad de las relaciones y del rápido consumo del tiempo que pasa, estamos invitados a entrar en la dimensión de la oración, donde el tiempo mismo se convierte en oración y marca el ritmo de los minutos, de las horas y de los días que pasan.

La oración no es un simple momento en el cual las actividades normales se detienen para cumplir un gesto o un rito, no es un paréntesis de la vida cotidiana, sino que es todo lo contrario; de hecho, la oración es como un sonido de fondo, siempre presente, una constante y a veces invisible arteria de la que el hombre extrae el significado de su vida. Es como un color de fondo que le permite ver los contornos de todas las otras acciones de la vida cotidiana y comprenderlas en su sentido más pleno.

Las mejores inspiraciones del Espíritu llegan durante la oración, que es el lugar donde Dios entra al mundo y se hace presente en nuestra mente, en nuestro corazón y en nuestras acciones.

Los Reyes Magos que vienen a adoran a Jesús nos recuerdan que todos, incluso aquellos que vienen de lejos y siguen una estrella, un sueño u otras veces un simple deseo, prueban una alegría inmensa cuando perciben un camino que les lleva a esa verdadera paz que solo la oración está en grado de dar.

Pero la oración no está hecha solo de los consuelos recibidos, sino que también hay una ofrenda que presentar al Señor; como los Magos trajeron los dones de su tierra, así nosotros , peregrinos de hoy, buscadores de Dios, estamos invitados a traer a sus pies lo único que se nos pedirá: cómo hemos usado nuestro tiempo.

 

Oración

Señor del tiempo y de la historia que juzgarás al hombre por el amor
te pedimos nos permitas usar bien el tiempo que nos has donado.
Y como deudores agradecidos, podamos devolverte
el tiempo que nos queda, de modo que te adoren, Señor,
todos los pueblos de la tierra.

 

Renato Tarantelli Baccari diácono transitorio de la Diócesis de Roma

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