Nuestra comunidad Giacomo Alberione de Albano se comprometió personalmente en reflexionar y compartir la experiencia vivida en los meses de la pandemia.
Nos hemos interrogado sobre tres puntos:
– ¿ Qué nos sucedió?
Nos hemos sentido casi sumergidas por este contagio rápido y misterioso del Covid-19; para todas ha sido un hecho inusual, inesperado. Un continuo estar a prueba, para vivir de fe y en la solidaridad humana.
-¿ Qué hemos vivido?
La mayor parte de nosotras vivió y está viviendo un gran temor ante la posibilidad de contagio que, todavía está en acto y al mismo tiempo el desconcierto por cómo se propaga el mismo. Esta experiencia nos hizo más conscientes de nuestros límites y de nuestra vulnerabilidad, nos hizo experimentar también que somos un solo cuerpo, necesitadas unas de las otras. En todas nosotras surgió más atención, respeto, solidariedad, participación en el dolor de la humanidad tan duramente probada.
-¿ Qué no podemos y no debemos olvidar?
No podemos olvidar las personas comunes que dieron su vida por cuidar y estar cerca de los enfermos (médicos, enfermeras, sacerdotes, etc.) y las tantas personas que fallecieron sin el consuelo de sus seres queridos y la sepultura religiosa. La consciencia que la vida está expuesta a muchas sorpresas, que vivimos en un planeta enfermo y que debemos respetarlo. Que estas situaciones de pandemia u otras, a nivel mundial, se afrontan y resuelven juntos.
Estamos agradecidas de Dios por no haber tenido ningún contagio en nuestra comunidad y en toda la Provincia italiana.
