El domingo 31 de agosto concluyó en Roma el 7° Intercapítulo de las hermanas Pastorcitas. En el informe final sor Marta Finotelli, superiora general, recordó que en el comentario de don Alberione al Evangelio de Jn 10 es interesante ver la insistencia de cuidar el rebaño como capacidad de morir por las almas, por la oveja extraviada, perdida.
En la Celebración Eucarística, presidida por el P. Silvio Sassi superior general de la Sociedad San Pablo y concelebrada por el P. Vincenzo Marras, superior provincial, confluyó la intensidad de la experiencia de comunión vivida entre las participantes y como Familia Paulina.
Al final, se entregó la lámpara de la comunión a todas las responsables de Circunscripción, quienes a su vez las entregarán a todas las comunidades: será el ‘signo’ que acompañará al año querido por el Papa Francesco para la Vida Consagrada y para el trienio hacia el 9° Capítulo General.
