«Entrar en contacto con los menos privilegiados para decirles que los reconocemos como nuestros hermanos y hermanas en Cristo», con este espíritu las Paulinas en Nagpur, en el estado indio de Maharashtra, han celebrado la fiesta de san Pablo, uniéndose a las otras congregaciones religiosas que trabajan en los suburbios de la ciudad para llevar transformación espiritual y desarrollo económico a los pueblos.
Las religiosas se han reunido con los fieles de una parroquia de la Sagrada Familia, que tiene el cuidado espiritual de cien familias católicas en dos barrios. Fundada 150 años atrás, es la segunda parroquia de la arquidiócesis de Nagpur. Las Hijas de San Pablo «han compartido la vida y el ministerio de san Pablo mismo a través de una película, informando a los fieles sobre el carisma de la congregación. Nos hemos entregado nosotras mismas, en nuestra pobreza, para llevar un poco de alegría en sus vidas», ha dicho sor Stella Pereira, fsp.
Gracias a la colaboración con los sacerdotes del Instituto Pobres Siervos de la Divina Providencia, se ha celebrado la Eucaristía, en la que se ha recordado la figura de san Pablo, «incansable anunciador del Evangelio» y «modelo para todos los bautizados de hoy, llamados a ser misioneros».