«Lo que no puede decirse con palabras, se comunica con el rostro, hecho trascendente por las tomas de Xavier Dolan. En lo que no se dice, en los gritos y en las miradas encontramos la historia de una familia en la cual el amor no se expresa y donde las personas gritan para no revelar lo que es esencial. A su regreso Louis, el hijo pródigo, que vino a anunciar su muerte inminente, elige en cambio, inspirar amor y esperanza a sus parientes».
Con este juicio el jurado ecuménico del Festival de Cannes 2016 ha atribuido su premio a Juste la fin du monde, película del canadiense Xavier Dolan, premiado también por el Grand Prix del Festival.