Preservar las voces y rostros humanos. Este es el tema elegido por el Papa para la 60.ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. El próximo año, esta Jornada se celebrará en muchos países, entre ellos Italia, el 17 de mayo de 2026, solemnidad de la Ascensión. «Como católicos, podemos y debemos aportar nuestra contribución para que las personas, especialmente los jóvenes, adquieran la capacidad de pensar críticamente y crezcan en la libertad del espíritu».
La humanidad tiene hoy posibilidades impensables hace solo unos años. Tenemos grandes oportunidades. Al mismo tiempo, los riesgos son reales. La inteligencia artificial puede generar contenidos atractivos pero engañosos, manipuladores y dañinos, replicar prejuicios y estereotipos presentes en los datos de entrenamiento y amplificar la desinformación simulando voces y rostros humanos. La dependencia excesiva de la IA debilita el pensamiento crítico y las capacidades creativas, mientras que el control monopolístico de estos sistemas suscita preocupaciones sobre la centralización del poder y las desigualdades.
Cada vez es más urgente introducir en los sistemas educativos la alfabetización mediática, a la que se suma también la alfabetización en el campo de la IA (MAIL, es decir, Media and Artificial Intelligence Literacy). Como católicos, podemos y debemos dar nuestra contribución para que las personas, especialmente los jóvenes, adquieran la capacidad de pensar críticamente y crezcan en la libertad del espíritu.

