Reconocer, interpretar, elegir. Son los tres verbos en torno a los cuales se articula el Instrumentum laboris del Sínodo de los obispos sobre los jóvenes, estructurado en tres partes: la primera dedicada al análisis de la condición juvenil, la segunda para ofrecer claves de lectura para un “discernimiento” sobre cuestiones decisivas, la tercera para “ayudar a los padres sinodales a tomar posición respecto a orientaciones y decisiones a tomar”.
“El cuidado de los jóvenes no es opcional”, el punto de partida para un “discernimiento” entendido como “modo para estar en el mundo, la actitud fundamental y método de trabajo” y dirigido a ofrecer “instrumentos pastorales para caminos habitables de proponer a los jóvenes de hoy”, se lee en la introducción del documento, que se concluye con un apéndice sobre la “santidad”.
“Orientaciones y sugerencias no pre- confeccionadas”, las ofrecidas por el texto que será la base de los trabajos de la XVI Asamblea general del Sínodo de los obispos – programada del 2 al 28 de octubre sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional – para “abrir y no cerrar procesos” y ofrecer una brújula concreta en una “cultura de la indecisión”, como la actual, que “considera imposible o sin sentido una elección de vida”.