Toda la Familia Paulina presente en la ciudad de Buenos Aires, participó unida a la gran manifestación de fe, con ocasión de la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.
La larga procesión finalizó en la Catedral de la Plaza de Mayo, con la celebración de la Eucaristía presidida por el Cardenal Mario Aurelio Poli, Arzobispo Metropolitano de Buenos Aires.
Para los miembros de la Familia Paulina, fue una oportunidad para agradecer al Señor por los dones recibidos y al mismo tiempo dar testimonio de comunión. Un fuerte momento de adhesión a la Iglesia diocesana y una ocasión propicia para manifestar la belleza de la vocación paulina.
