Del 9 al 13 de mayo, se desarrolló en Turín el Salón Internacional del Libro, con un denso programa de encuentros, reuniones reservadas a los profesionales y eventos dedicados a los simples apasionados. Una vitrina de alcance global para encender los reflectores sobre el mundo de la editorial y de la cultura.
El juego del mundo, una de las obras más felices e influyente de los últimos cincuenta años, es el título y tema elegido para esta 32° edición. Y no es por casualidad que el afiche tenga como protagonista un niño: es a las nuevas generaciones que se dirige el mundo de la cultura, que mira al futuro para cambiar el mundo.
En este sentido, el Stand Paulinas (compartido junto al Grupo Editorial San Pablo), rindió homenaje con su oferta editorial sobre todo a historias, lugares y testimonios que cuentan los «confines» y la voluntad de superarlos, inclinándose al tema del Salón según variadas claves de lectura: confines entre religiones (Ecumenismo y diálogo interreligioso), confines geográficos que se cruzan por la desesperación (inmigración), confines de la legalidad y de la explotación (trata), confines entre «cielo» y «terra» (teología y espiritualidad).
