La jornada mundial del libro y el derecho de autor nace con el patrocinio de la UNESCO en 1996 para promover la lectura, la publicación de libros y la protección de los derechos de autor. Como día conmemorativo, fue elegido el 23 de abril, fecha en la que en 1616 murieron tres escritores, Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega, considerados pilares de la cultura universal.
El libro y la lectura representan un medio de profundización y de conocimiento, son instrumento de información y aprendizaje cultural, ambos indispensables en la actualidad para superar las incertidumbres y precariedad vinculadas al miedo de la globalización, al cambio y a la diversidad. La lectura, que consiste también en un placer incomparable para los aficionados, nos permite entrar en mundos, vidas y tiempos diferentes y nos da la oportunidad de acercarnos a experiencias y realidades lejanas de las nuestras, aumentando así nuestro conocimiento y conciencia de cuanto multifacético es el mundo que nos circunda.